Des de les terres del sud (no direm si catalanes o no per no entrar en polèmica...) només volia donar proves de la meua existència. Feia molt de temps que no escrivia, la qual cosa no vol dir que no visite el blog alguna vegada per saber de tots vosaltres, però ni tinc massa temps ni coses que contar. A València ni hi ha meigues, ni neva, ni hi ha apagons que duren hores. Hi ha, sobretot, polítics cutres, però això segur que no us interessa.
Jo continue treballant a aquesta ONG misteriosa que ningú sap ben bé a què es dedica i traduint el meu currículum a l'anglés (eh, Alícia?) no se sap ben bé per a què. Però tal vegada un dia d'aquests també us escric des de terres llunyanes...
viernes, 25 de enero de 2008
jueves, 24 de enero de 2008
Por fin, noticias desde Oriente Próximo
Hay que ver que rápido que se me pasa el tiempo cuando me acerco a estas tierras... Se diluye, se estira y se encoge y se vuelve a llenar de "inshallahs" a la hora de planear las cosas. De nuevo os escribo desde mi querida tierra (Santa), aumentando la cantidad de entradas a este blog enviadas desde este rinconcito del mundo. Qué le vamos a hacer, cada uno tiene sus debilidades, y la mía sin duda alguna está en este lugar.
El viaje fue de maravilla, madrugada en el aeropuerto poniendo cara de niños buenos que vienen a hacer turismo, no hubo preguntas, no hubo miradas inquisitorias, aunque aún así yo no podía evitar que el corazón me batiese a mil dentro del pecho mientras esperaba a que me sellasen la visa en el pasaporte.
Y Jerusalén, Palestina, hasta el momento muy bien para nosotros e igual de mal que siempre para los palestinos, si no peor. Para variar el muro ha aumentado su recorrido en mi ausencia, hasta el punto de que no fui capaz de encontrar el camino hacia la antigua casa de mis compañeros en Al-Ram (Jerusalén). Gaza vive uno de sus momentos más alarmantes, pese a la buena noticia de la apertura (forzada) de la frontera con Egipto, que al menos ha permitido que familias que llevaban dos años sin verse puedan volver a reunirse. Pero de nuevo hay importantes cortes en la electricidad, de nuevo hay soldados israelíes preparados en la frontera, de nuevo los supermercados se vacían de mercancías ante el pánico de la gente a quedarse sin alimentos. Gaza está al borde de sufrir una crisis humanitaria (de nuevo!!!!!!).
En Cisjordania todo sigue más o menos igual que siempre, mi Palestina me volvió a recibir con los brazos abiertos. A Jordi (mi acompañante, gracias al cual estoy viviendo en la estupenda casa del cámara de TV3, hay que ver lo bien que me relaciono últimamente) se le quedan los ojos como platos con cada checkpoint, con cada viaje por carreteras plagadas de asentamientos, ante los soldados que se pasean bien armados por el centro de Hebrón. Pero además, como buen historiador que es, también él me está descubriendo a mí la Palestina en la que hasta ahora no me había fijado demasiado. Al fin y al cabo no nos podemos olvidar de que en este país/países (elíjase la opción que se prefiera) las piedras y los olivos han visto pasar ante ellos miles de años de historia de la humanidad. De momento hemos apuntado en la lista de cosas hechas las ruinas de Masada y las callejuelas de las ciudades antiguas de Jerusalén, Belén y Hebrón, todo ello salpicado de un alarmante tono de espiritualidad imposible de evitar entre tanta iglesia, mezquita, incienso y canto de muecín cinco veces al día. Faltan Nablus, Haifa, el mar muerto y un viaje relámpago a Petra. Como veis no perdemos el tiempo.
Las fotos son de Hebrón, Jerusalén y Belén, cedidas por Jordi, que parece ser que aspira a ser también "buena persona" ;)
Busa ilkum
María
El viaje fue de maravilla, madrugada en el aeropuerto poniendo cara de niños buenos que vienen a hacer turismo, no hubo preguntas, no hubo miradas inquisitorias, aunque aún así yo no podía evitar que el corazón me batiese a mil dentro del pecho mientras esperaba a que me sellasen la visa en el pasaporte.
Y Jerusalén, Palestina, hasta el momento muy bien para nosotros e igual de mal que siempre para los palestinos, si no peor. Para variar el muro ha aumentado su recorrido en mi ausencia, hasta el punto de que no fui capaz de encontrar el camino hacia la antigua casa de mis compañeros en Al-Ram (Jerusalén). Gaza vive uno de sus momentos más alarmantes, pese a la buena noticia de la apertura (forzada) de la frontera con Egipto, que al menos ha permitido que familias que llevaban dos años sin verse puedan volver a reunirse. Pero de nuevo hay importantes cortes en la electricidad, de nuevo hay soldados israelíes preparados en la frontera, de nuevo los supermercados se vacían de mercancías ante el pánico de la gente a quedarse sin alimentos. Gaza está al borde de sufrir una crisis humanitaria (de nuevo!!!!!!).
En Cisjordania todo sigue más o menos igual que siempre, mi Palestina me volvió a recibir con los brazos abiertos. A Jordi (mi acompañante, gracias al cual estoy viviendo en la estupenda casa del cámara de TV3, hay que ver lo bien que me relaciono últimamente) se le quedan los ojos como platos con cada checkpoint, con cada viaje por carreteras plagadas de asentamientos, ante los soldados que se pasean bien armados por el centro de Hebrón. Pero además, como buen historiador que es, también él me está descubriendo a mí la Palestina en la que hasta ahora no me había fijado demasiado. Al fin y al cabo no nos podemos olvidar de que en este país/países (elíjase la opción que se prefiera) las piedras y los olivos han visto pasar ante ellos miles de años de historia de la humanidad. De momento hemos apuntado en la lista de cosas hechas las ruinas de Masada y las callejuelas de las ciudades antiguas de Jerusalén, Belén y Hebrón, todo ello salpicado de un alarmante tono de espiritualidad imposible de evitar entre tanta iglesia, mezquita, incienso y canto de muecín cinco veces al día. Faltan Nablus, Haifa, el mar muerto y un viaje relámpago a Petra. Como veis no perdemos el tiempo.
Las fotos son de Hebrón, Jerusalén y Belén, cedidas por Jordi, que parece ser que aspira a ser también "buena persona" ;)
Busa ilkum
María
miércoles, 9 de enero de 2008
Intoxicación de zamburiñas
Bueno, yo no debería estar haciendo esto ahora mismo, porque en verdad en verdad tendría que continuar currando, que el tiempo se me echa encima y ya la semana que viene toca entrega de novela... Pero es que yo sí que tengo un viaje que contar, aunque todavía estoy pendiente de las fotos que espero me lleguen con la mayor brevedad posible.
Pues resulta que como buena persona que soy, decidí compartir la belleza de mis frías tierras (aunque digamos que ahora con lo del cambio climático las cosas ya no son lo que eran) con otra buena persona más y una aspirante que realmente merecería tener el título aunque fuese de forma "extraoficial". Y allá se vinieron Irenita y Alina (castellera, trapecista, escaladora, artista y buena persona, hay que ver que completa es esta chica!).
Y pasó que todo iba bien, por aquí por allí, Santiago y sus calles de piedra, sin lluvia, snif, snif, Vigo y su océano, pulpito por aquí, vinito por allá... Y alguna inmunidad a algo debemos de tener los gallegos, que el caso es que estas dos pobres casi se me mueren de intoxicación, mientras que todos los demás autóctonos que las rodeábamos nos preguntábamos sorprendidos qué sería lo que les había sentado mal... Así que el resultado fue que en fin de año las doce uvas se convirtieron en doce sorbos de infusión digestiva acurrucaditas en el sofá bajo una manta en un pueblo perdido en las montañas del Bierzo, y a mi todavía me vacilan mis amigos y familia sobre los envenenamientos que les provoco a las extranjeras...
Pero bueno, he de decir que al final el viaje no estuvo tan mal, creo que algún día incluso se animarán a repetir la experiencia, espero que alguna buena persona más también, aunque eso sí, ya me cuidaré de que todos os llevéis en un tuper vuestro pa-amb-tomaca y una botellita de Penedés, non vaia ser o demo, como decimos por allí...
Y ahora sí que me vuelvo a mis obligaciones. Por lo demás, sin muchas novedades, bueno sí, descubrí que tenía unas ganas locas de volver a Barcelona, y ay, no sé, qué sensación tan extraña... Si hasta mi madre bromeaba con alguien el otro día diciendo que yo ya había cambiado de nacionalidad... qué cosas más raras, menos mal que por lo menos la inmunidad al vino gallego asesino de catalanes todavía la conservo, a base de años y años de cultivarla en mis tiempos mozos.
Por cierto, el día 19 me voy a Palestina... Así que estad pendientes, ya le meteré caña al blog durante esos días, qué nervios!
Biquiños y feliz año nuevo!
Pues resulta que como buena persona que soy, decidí compartir la belleza de mis frías tierras (aunque digamos que ahora con lo del cambio climático las cosas ya no son lo que eran) con otra buena persona más y una aspirante que realmente merecería tener el título aunque fuese de forma "extraoficial". Y allá se vinieron Irenita y Alina (castellera, trapecista, escaladora, artista y buena persona, hay que ver que completa es esta chica!).
Y pasó que todo iba bien, por aquí por allí, Santiago y sus calles de piedra, sin lluvia, snif, snif, Vigo y su océano, pulpito por aquí, vinito por allá... Y alguna inmunidad a algo debemos de tener los gallegos, que el caso es que estas dos pobres casi se me mueren de intoxicación, mientras que todos los demás autóctonos que las rodeábamos nos preguntábamos sorprendidos qué sería lo que les había sentado mal... Así que el resultado fue que en fin de año las doce uvas se convirtieron en doce sorbos de infusión digestiva acurrucaditas en el sofá bajo una manta en un pueblo perdido en las montañas del Bierzo, y a mi todavía me vacilan mis amigos y familia sobre los envenenamientos que les provoco a las extranjeras...
Pero bueno, he de decir que al final el viaje no estuvo tan mal, creo que algún día incluso se animarán a repetir la experiencia, espero que alguna buena persona más también, aunque eso sí, ya me cuidaré de que todos os llevéis en un tuper vuestro pa-amb-tomaca y una botellita de Penedés, non vaia ser o demo, como decimos por allí...
Y ahora sí que me vuelvo a mis obligaciones. Por lo demás, sin muchas novedades, bueno sí, descubrí que tenía unas ganas locas de volver a Barcelona, y ay, no sé, qué sensación tan extraña... Si hasta mi madre bromeaba con alguien el otro día diciendo que yo ya había cambiado de nacionalidad... qué cosas más raras, menos mal que por lo menos la inmunidad al vino gallego asesino de catalanes todavía la conservo, a base de años y años de cultivarla en mis tiempos mozos.
Por cierto, el día 19 me voy a Palestina... Así que estad pendientes, ya le meteré caña al blog durante esos días, qué nervios!
Biquiños y feliz año nuevo!
martes, 8 de enero de 2008
Des de Finlàndia
Hola bona gent!
Només volia compartir un parell de fotos de Finlàndia, tot i que a hores d'ara està una mica diferent doncs no ha parat de nevar des d'ahir!! M'encanta la neu així que no em puc queixar!
Espero llegir notícies vostres aviat (recordo que no cal que sigui de viatges!).
Pelats de fred!
Imatges de Tampere
Les vistes des de la meva habitació.
Només volia compartir un parell de fotos de Finlàndia, tot i que a hores d'ara està una mica diferent doncs no ha parat de nevar des d'ahir!! M'encanta la neu així que no em puc queixar!
Espero llegir notícies vostres aviat (recordo que no cal que sigui de viatges!).
Pelats de fred!
Imatges de Tampere
Les vistes des de la meva habitació.
miércoles, 2 de enero de 2008
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