domingo, 17 de febrero de 2008
neu i fred
Doncs no!!! no pose accents perque el teclat al teclat amb el que estic escrivint no els trobe i perque estic a Armenia!! Je je, es pensaveu que havia deixat de ser bona persona i viatgera...
Estic d'observadora electoral, parlant tot el dia angl'es i morint/me de fred!! Alicia, per aixo et vaig demanar aquella traduccio del cv. Vaig enviar la solicitut i em van seleccionar, aixi que pensat i fet aci estic, a la frontera entre europa i asia. Fa un fred que jo no sabia ni que existia!! Estic en una misio de la OSCE per observar les eleccions del proper dia 19. estare nome's una setmaneta pero sera ben intensa. la veritat es que aso de l'observacio esta agradantme molt, pero ja vos contare mes coses quan pase el dia de les eleccions, que a menys 12 i observant de 6 del mati a 2 de la matinada no se si em canviara la visi'o... nomes dirvos que m'ha tocat una zona tota blanqueta de neu i que anire amb el xofer i la interprete armenis i el meu partner croata que es molt simpatic. be, he de deixar l'ordinaor ja, no crec que trobe un altre moment per escriurevos, pero quan torne a casa ja vos dir'e.
Besets a totes i tots
miércoles, 13 de febrero de 2008
Poder y felicidad. Una propuesta de sociología del poder.
Desde este humilde blog queremos felicitar a nuestro querido profesor Ferran Izquierdo por la publicación de su último libro: Poder y felicidad. Una propuesta de sociología del poder. ¡Cuántas conversaciones y reflexiones interesantes y motivantes nos ha traído a todos!
Des d'aquest blog el volem recomanar a tothom perquè, com diu el Guillem "(...)és un nou punt de vista molt interessant, necessari i contundent per comprendre les relacions internacionals i les dinàmiques de poder en general, també les internes en els països o altres estructures. No us el podeu perdre!"
El llibre el podeu sol·licitar a les llibreries o a través de la web d'Ediciones La Catarata: http://www.catarata.org/libro.php?libid=393
Una breu descripció:
¿Por qué Bill Gates no se retira a su Xanadú si ya ha conseguido una capacidad de consumo inagotable para él y sus descendientes? ¿Por qué existe una industria tabacalera si sólo produce adicción y muerte? ¿Por qué el Gobierno de Estados Unidos con George W. Bush decidió invadir Irak si sabía que sólo provocaría más violencia e ingobernabilidad en el país? ¿Qué tienen en común estas preguntas? Detrás de todas ellas encontramos siempre la competición por el poder de las elites que toman las decisiones. Esto nos ayuda a explicar, desde la sociología del poder, por qué las decisiones de nuestros dirigentes están tan alejadas de la mayoría de la sociedad y por qué la lógica que guía los procesos de toma de decisiones es a menudo contraria a nuestro bienestar. En ejemplos que nos llevan desde las recalificaciones urbanísticas en el ámbito local hasta las guerras o el cambio climático en el ámbito global, resulta evidente que el objetivo no es el bienestar de la mayoría, sino otro muy distinto. Así, si lo que guía a nuestros dirigentes no es el propósito de mejorar el bienestar y la felicidad de la población, ¿qué es entonces? La respuesta nos remite directamente al poder, y más concretamente, a la competición de las elites por acumular más poder que las demás. Como analiza Ferran Izquierdo Brichs en este ensayo, será la dinámica de las relaciones de poder, la competición circular entre las elites, lo que lleve a la humanidad a su destrucción, a través de la acumulación y el crecimiento, si no conseguimos imponer nuestro objetivo principal: la felicidad.
domingo, 10 de febrero de 2008
Confianza
No, no os voy a contar que en los dos meses que llevo aquí sólo he visto el sol tres veces, en total unas 6 horas seguidas, ni que hace semanas que vivo bajo unas densas y pegajosas nubes. Tampoco os contaré que cada semana disfrutamos de una sesión de sauna donde tenemos las mejores conversaciones de la semana, lejos de los móviles, los ordenadores, los apuntes y los libros. Ni que siento que mi familia se ha extendido por el mundo, que poco a poco cada uno de mis compañeros del master está calando en mi, cada uno con su visión peculiar y particular del mundo. Todos con ganas de mejorarlo, de hacer un pequeño cambio para bien. Ni que os echo de menos y que quisiera saber más de vosotros... Entre otras cosas porque sobre mi día a día ya lo podéis leer en mi blog.
Lo que os voy a contar es sobre la "sociedad de la confianza" o "trusting society". No me gusta afirmar que tal o cual lugar es así o asá, pero a veces es inevitable hacer grandes afirmaciones y generalizaciones sobre los lugares en los que vives. Con todos mis respetos a la diversidad, allá voy.
Finlandia, a mi ver, es una sociedad basada en la confianza. Es un valor interesante, que creo que hemos perdido demasiado de vista por el sur de Europa. La simple confianza o el dar por hecho que alguien va a reaccionar de una manera civilizada y respetuosa es la base de muchas actividades cotidianas aquí. Se confía en que los estudiantes usarán las saunas debidamente y que todo quedará limpio y ordenado después. Se confía en que los niños pequeños (de 7 años en adelante) vayan solos en autobús sin que nada les suceda. Se confía en poder caminar/correr por los bosques a las 22h de la noche sin que ocurra nada. Se confía en que las universidades gastarán el dinero que les otorga el Estado anualmente para el bien de todos. Confían en que no roben las bicis. Confían en que nadie mal use las casetas del bosque. Confían en que nadie quite abrigos, botas, gorros y hasta bolsas con la compra en centros públicos (bares, facultades, ayuntamiento, auditorios) lejos de cualquier supervisión. Confían en que eres quien dices ser sin necesitar documentación para recoger entradas. Podría seguir con una lista interminable... Pero quizás lo más importante es que confían en que los que vienen a vivir aquí se adapten y respeten los votos de confianza de esta sociedad. Desgraciadamente algunos estudiantes internacionales han violado el contrato de confianza y parece ser que cada vez hay más normas y menos confianza.
Una compañera mía me decía "deberían dejar de aceptar estudiantes internacionales porque están destruyendo su cultura, su modo de funcionar". Creo que la solución no puede ser tan drástica, porque somos muchos los estudiantes internacionales que aprendemos de este modo de vivir, y creo que los finlandeses con los que convivimos y nos relacionamos también aprenden de otras maneras de ser y de ver el mundo. Pero no deja de ser triste que la "internacionalización" afecte un valor tan caro de conseguir como la confianza en una sociedad pequeña y tranquila como la finlandesa.
P.D. La foto es de un momento en el que el sol se dejó ver, ni recuerdo cuando...
lunes, 4 de febrero de 2008
SHAI MA MARAMIYYE
A diferencia del de Alicia, mi té se se sirve con maramiyye (salvia), o de vez en cuando con nana (menta).
Hoy me he vuelto a despedir de esta tierra a la que siempre vuelvo. Puede que viajar sea descubrir lugares nuevos, pero yo cada vez estoy más convencida de que los viajes a lo conocido, si se hacen con los ojos bien abiertos, son tan productivos o más que aquellos que se hacen a lugares desconocidos. Y os lo dice una viajera empedernida…
Cada viaje a Palestina es un descubrimiento. Parece mentira que en estas dos semanas me haya dado tiempo a descubrir tanto. Entre muchas otras cosas, en este viaje he vuelto a redescubrir Jerusalén, la ciudad de la que me enamoré hace tiempo pero que pocas veces había tenido ocasión de disfrutar intensamente. He descubierto nuevos rincones, y me he reencontrado con los viejos junto a alguien que me hizo verlos con otros ojos. Y es que la compañía es algo tan importante en un viaje, verdad Angeleta e Irene? Esta vez yo había tentado al azar, no elegí yo la compañía sino que dejé que ella me eligiese a mí, y vaya, mi buena estrella por estas tierras no me abandonó. Tanto el acompañante que me traje de Barcelona como los que me ofrecieron su casa aquí resultaron ser agradables descubrimientos, y viajar con ellos fue explorar otra Palestina más.
Ayer me despedí de Jerusalén con un largo paseo por el zoco, en donde para sorpresa mía conseguí que todos los tenderos continuasen mi conversación en árabe sin cambiar al inglés como normalmente hacen. Será que ya definitivamente pertenezco un poco mucho a este lugar.
Vuelvo a casa y sólo soy dos semanas más vieja, pero bastante más grande por dentro, como siempre ocurre después de cada viaje. Y es que una vez que se crece es imposible volver a ser pequeña, y en ese proceso estamos…
NIEVE EN EL DESIERTO
Bueno, pues continúo con mi relato... Quizá os preguntasteis por qué no volví a dar señales de vida desde la entrada que colgué hace más de una semana, aquí tenéis la historia con imágenes que lo explica.
Pues resulta que ya que estábamos en plan sacarle su historia a cada piedra que veíamos, se nos ocurrió irnos de paseo a Jordania para visitar Petra, la famosa ciudad excavada en la roca. En teoría era una excursión de un par de días, bajar hasta Eilat (mar Rojo), cruzar la frontera, visitar Petra en un día y al siguiente subir a Amman y volver a entrar a Palestina.
Toda la ruta seguía el plan acordado hasta que una vez en Petra las previsiones comenzaron a fallar. A mí me habían comentado ese fin de semana que en Hebrón nevaría a partir del martes, pero a nadie se le ocurrió pensar que también nevaría en Petra, que está en medio de un desierto... ilusos!!!! Nos estábamos recorriendo la impresionante montaña en la que está excavada la ciudad, cuando comenzó a soplar el viento, a llover y más tarde a granizar. Por suerte conseguimos completar el recorrido y subir hasta el monasterio (fotos más arriba), en donde unos beduinos se compadecieron de nosotros y nos invitaron a sentarnos al lado del fuego dentro de su jaima. Lo bueno fue que por lo menos conseguimos visitar Petra sin turistas, y de ahí estas fotos de postal que conseguimos...
El temporal amainó un poco y pudimos bajar hasta Wadi Mussa, el pueblo en el que dormíamos. Contábamos con coger un autobús para Amman a las 7 de la mañana siguiente, pero oh sorpresa, nevó durante toda la noche y las carreteras estaban cortadas... Y así siguieron durante los dos días siguientes.
Al final nos quedamos atrapados en el hotel durante tres días, conviviendo con un montón de señores jordanos que pasaban por allí y que nos adoptaron como una especie de mascotas, y casi se les caía la lagrimilla cuando por fin el viernes conseguimos tomar el bus rumbo a Amman.
Amman estaba igual de nevado que Petra, pero conseguimos un taxista que nos llevó hasta el paso fronterizo... equivocado. Por suerte no se equivocó tanto como para llevarnos a la frontera con Siria, pero nos dejó en el paso más al norte de Israel, con lo cual nuestra odisea se prolongó hasta la noche del viernes, y acabó en una fiesta básicamente de cooperantes internacionales en un bar de Jerusalén este... pero bueno, ahí comenzaría ya la siguiente etapa de la historia.
Os dejo con las fotos, que por cierto no tengo ni idea de cómo seguir añadiéndolas a lo largo de la entrada, así que las colgaré en una entrada posterior... misterios de la informática, alguien me puede explicar cómo hacerlo?
sábado, 2 de febrero de 2008
HEBRÓN
Volver a pisar las calles y los lugares que tantas veces he recorrido sigue siendo emocionante, reencontrarme con mis amigas y con las historias que me cuentan de sus vidas aquí fue dulce y amargo. Aunque al final sus historias y las mías son historias de mujeres que quizá no sean tan diferentes entre ellas a pesar de que haya un mar que nos separe.
Pude por fin hacerle una larga visita a Hasan, uno de mis mejores amigos aquí. Él me explicó de primera mano las miserias de la lucha interna entre Hamás y Fatah, la farsa de Annapolis y la desesperación de un pueblo que ahora mismo se siente más abandonado que nunca, que ha descubierto que ya no son sólo las potencias internacionales quienes les toman el pelo sino también sus propios gobernantes. Por suerte Hasan sigue siendo invencible, y le brillan los ojos al hablarme de su nueva vida de recién casado.
Al día siguiente tuve una reunión "de trabajo" con Maysa, la monitora del intercambio, y con Mohammed, el nuevo manager del grupo de teatro que participará en éste. Después de atar todos los cabos formales de la reunión, nos fuimos a tomar "el café del fin de las negociaciones", y les pregunté por todos los temas con los que Hasan me había dejado tan preocupada el día anterior.
Maysa y Mohammed todavía creen en las personas. Ella me cuenta que siempre ha tenido la visión del conflicto que le han dado desde el lado en el que nació, y que se muere de curiosidad sana por conocer el contrario, pero nunca ha tenido la oportunidad de encontrarse con un israelí que se lo explique. Él me cuenta que procede de una familia de refugiados del 48, que ha vivido las dos intifadas y visto morir a mucha gente, pero que sigue creyendo que son las personas quienes tienen la clave para poder entenderse. De sus cuatro mejores amigos, uno es israelí. Todos personas, al fin y al cabo, con ganas de vivir y de ser felices, y preparados para trabajar tendiendo los puentes que sean necesarios entre ellos. Y de hecho lo hace.
Alguien me escribió una vez que uno vuelve de visita a un lugar para que las personas que allí te esperan pongan en tu maleta lo que necesitarás de ellos en tu ausencia. Maysa y Mohammed han puesto en la mía el rayito de esperanza que necesitaba, que espero se convertirá en una gran dosis de fuerza para seguir adelante con estos proyectos míos en los que creo con toda el alma, aunque a veces desfallezca por el camino...